jueves, 11 de julio de 2013

Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujando como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas por mi para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco. Me miras, de cerca me miras, cada vez mas cerca y entonces jugamos al cilope, nos miramos cada vez mas cerca y los ojos se agrandan se acerca entre si, se superponen y los ciclopes se miran respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiendose con los labios, apoyandose apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado a y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo, mientras nos besamos como si tuvieramos la boca llena de flores o peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos es un breve y terrible absorber simultaneo del aliento, esa instantanea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mi como una luna en el agua

1 comentario:

Black Roses dijo...

A esta entrada le llamaría "Dibujando un beso". Es una maravillosa descripción del procedimiento para llegar al beso, y del beso mismo.
Un abrazo.

crazy!!

shine

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